Editorial. Hace dos días, la ciudad del Cusco amaneció con sus principales calles bloqueadas, las clases escolares paralizadas y el transporte urbano restringido por la realización de un paro preventivo de 48 horas convocado por la Federación Departamental de Trabajadores de Cusco (FDTC), el sindicato de Construcción Civil y diversos gremios y organizaciones sociales. El motivo era exigir al gobierno central la reactivación y culminación del Gasoducto Sur Peruano, que lleve gas natural desde Camisea a las regiones del sur del país, Apurímac, Arequipa, Moquegua, Puno y Tacna, como palanca para su desarrollo.